martes, 1 de febrero de 2011

¡BENDITAS MARCO!


Esta semana, que ando evadido en la libreta de la actualidad futbolística y social sobretodo, me gustaría recordar algo que ayer me vino a la cabeza: las botas de fútbol.

Seguramente, para el/la que no haya jugado al fútbol, le dará igual, lo entiendo. Pero los/las que sí, saben que desde niños las recibíamos en forma de regalo de reyes, cumpleaños o, simplemente, porque había que cambiarlas. Ese momento cuando te probabas algo con lo que ibas a correr, golpear, machacar, resbalar y, por supuesto, disfrutar, era mágico.

La cronología es simple, más al principio, ¿quién no tuvo unas Marco? esas botas negras con una M en el lateral, con la suela color beige y una lengüeta que llegaba hasta la punta, ¡y eran las mejores para tierra!. Posteriormente tuve unas Lotto Stadio modelo Zamorano ¡hablamos del año 95! cuando ya se fue al Inter el chileno. Llegaron las Nike Pro Tiempo, que fueron las mejores que tuve, unas Kelme, Adidas, Reebok, Nike, Umbro, más Nike... Había que ir variando. Otras no me tocó llevar, pero las míticas Mora, Adidas Copa Mundial y demás, eran clásicas entre los niños de hace 15 años.

Ahora esas Marco no se ven por ningún sitio, ni siquiera en internet. Críos que llegan con diferentes modelos de botas, tocan a dos o tres distintos por temporada en casos concretos y hasta algunos tienen el mismo modelo en pares distintos con diferentes tacos. ¿Tanto ha cambiado esto? Al menos la ilusión del niño sigue intacta.

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