Después del 5-0 del Lunes que le endosó un fantástico Barça a un inocente Villarreal se ha vuelto a reabrir el debate del desigual reparto de los ingresos de TV. Y es que sí, un Madrid-Barça genera más interés que la mitad de los partidos que se juegan en toda la liga, pero ellos también necesitan otros 18 equipos para poder subsistir en la misma. Posiblemente la solución esté hacer un reparto equitativo como se hace en el resto de Europa. Si se quiere contentar a unos y a otros, habría que separar los derechos de esos derbis del resto, no hay muchas más fórmulas.
Pero claro, ¿por qué ahora se nota esta disparidad en los equipos? Tengo una teoría: ahora se tomaría como una aberración si se decidiera cambiar la norma, y es que desde que entrara en vigor la Ley Bosman allá por el año 1996, los grandes, se han hecho más grandes, y los pequeños, más pequeños. Ya no se obliga a tener una buena cantera y poder sólo contratar esos 3, 4 o 5 megacracks extranjeros (Laudrup, Romario, Van Basten...) que dejaban boquiabierto al espectador fiel y casual.
Los grandes, se han hecho con las estrellas nacionales, y con los mejores extranjeros. Por tanto, bastante hace, por ejemplo, un Villarreal en retener a Rossi. Si Madrid y Barça se hacen con lo mejor de cada país que necesiten, siempre será más abultada la diferencia entre los demás equipos. Eso sí, no haremos demagogia: la séptima Copa de Europa del Madrid la ganó con Mijatovic, Suker, R.Carlos, Illgner, Redondo, Karembeu, Seedorf, Panucci... por lo que es innegable que esta ley ha dado mayor calidad a la Liga.
Sin embargo, no deja de ser una de las causas, que junto al desastre en el reparto de ingresos televisivos, pueden formar una causa mayor. Aunque nunca superará a la mala gestión por parte de los dirigentes de los clubes pagando cantidades desorbitadas por jugadores y unos salarios astronómicos. Ese es el principal problema del fútbol de hoy, sin discusión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario