lunes, 20 de abril de 2020

SIN LÓGICA

Pasados más de treinta días desde que se proclamara el estado de alarma y dado que es una situación extraordinaria y difícil, sigo sin entender muchos puntos de la gestión y la antigestión de la crisis causada por el COVID-19.

No entiendo cómo desde el primer día se permitió poder pasear al perro y no se tomó ninguna medida para que los niños, que llevan más de un mes en casa, pudieran salir a la calle acompañados por un adulto, con todas las medidas de protección que debemos llevar.
Y empiezo por aquí, porque cuando vuelvo de pasear a mi mascota, tengo que extremar las precauciones limpiando y desinfectando todo lo que hayamos podido tocar o pisar. ¿Por qué el perro sí y un niño no?

Al igual que no entiendo por qué no se puede hacer deporte en solitario. Correr o montar en bicicleta sin aparecer por núcleos urbanos no debe constituir ningún riesgo.

No creo que tenga que estar confinada una familia en una población de dos mil habitantes, cuando no se extreman las precauciones al máximo en las ciudades.

No veo bien, por ejemplo, que los supermercados hubieran encogido sus horarios, acortando la hora de cierre hasta las 19:00h. cuando, en mi opinión, deberían haberles permitido ampliarlo.
Justo ahora que la hostelería está cerrada y aumenta notablemente la demanda. Justo ahora que los establecimientos deben limitar el aforo. Es decir, concentramos más gente en menos tiempo. De locos.

Tampoco veo bien que hayan restricciones de familiares en los más de veinte mil entierros que se han sucedido y que en los platós de televisión se sigan haciendo algunos programas sin respetar esas restricciones. Esto sí es de sinvergüenzas.
Seguramente sea porque ya en las ruedas de prensa diarias del gobierno no cumplen con esa distancia mínima. Y quienes salen a la palestra a dar información, consejos e instrucciones, han dado positivo. Creía que se predicaba con el ejemplo.

Pero lo que más rabia me da es la falta de unión de políticos en una pandemia que nos afecta a todos y que no debemos buscar la culpa. 
La ciudadanía le está dando una lección de compromiso, obediencia y solidaridad que veo que nunca tendrán.

Son solo algunas cuestiones. Quizás esté equivocado. Siempre será una opinión más.