jueves, 20 de junio de 2019

ASESINOS POR UN CIGARRILLO

"¿Me das un cigarrillo? - No." Fin de la vida.

Y treinta y tres años a la mierda. Una familia destrozada. Un futuro reventado. Un grupo de amigos desolados (que leo que perdieron otro recientemente por un atropello). Y una vida menos.

Esto ha ocurrido en Oviedo la pasada semana, al término de unas fiestas de un barrio. No deja de ser triste, pero lo veo muy preocupante. Porque al margen de si fue exactamente así o no, que habrá alguna variación porque hay una parte que nunca podrá defenderse ni explicar lo sucedido, estamos hablando de que tres monstruos que apenas son mayores de edad le propinaron una severa paliza que terminó en la muerte de una persona días después en el hospital.

Todos los chavales de hoy en día no son así, ni mucho menos. Sin embargo, hay un porcentaje preocupante de individuos que acosan y hostigan a gente porque sí. Joder, que falta más empatía y más conversación y sobra esa soberbia y despotismo gratuito. Soy consciente de que es difícil educar en la actualidad pero creo que estamos fallando en las formas. Además, nos hemos dejado el mínimo de moral e intelecto por el camino. También el respeto a la vida y la educación para/con otras seres.

¿Debemos tener miedo? No, ni mucho menos. Pero quien no debe tener miedo es el/la juez/a que lleve el caso. Ni que le tiemble la mano al delimitar el castigo que merecen. Ni quiero pensar en las rebajas de pena o en la reinserción en la sociedad de estos sujetos, sería muy injusto. Porque hay una persona menos y tres monstruos más. Hay algo que estamos haciendo mal.